sábado, 30 de enero de 2016

Barcelona es poderosa

Ya lo decía Peret a ritmo de rumba, Barcelona es poderosa y tiene poder. Y es que no se puede negar, la reputación de la capital del mediterráneo está por las nubes. Barcelona ya no tiene nada que envidiar a Londres y Paris.

Es una ciudad moderna, cosmopolita, alegre y sobre todo, ha conseguido hacerse un papel en la esfera internacional como a muchas ciudades les gustaría conseguir. El nombre de Barcelona suena bien, gusta a los turistas y tiene un potencial enorme que aún está por explotar.

A finales de los sesenta, Barcelona ya empezaba a despuntar. Fue la ciudad de la defensa de las libertades, de la lucha antifranquista,  de la cultura underground y del boom literario. Una modernidad que se consolidó con la llegada de la democracia y el surgimiento de la Barcelona del diseño. Sin embargo, el verdadero punto de inflexión fueron los Juegos Olímpicos de 1992. Situaron a la ciudad en la mapa, iniciaron su despegue económico e hicieron que todos los barceloneses estuvieran orgullosos de su apreciada urbe.

Desde entonces Barcelona está que se sale. Su marca provoca envidias, es reconocida en cualquier parte del mundo y dispone de una visión global y pionera clave para el futuro. Su oferta de ocio es interminable, la apuesta por la tecnología móvil es una realidad y puede presumir de éxitos en muchos ámbitos. El Barça es, sin duda, el mejor de ellos. Y es que sí, Barcelona vale la pena!

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