Los últimos días

Esta tarde he ido a ver al cine "Los últimos días", un filme español donde la ciudad de Barcelona juega a modo de escenario. El largometraje, dirigido por los hermanos Pastor, es una muestra de como nuestro cine, el cine español, no está tan mal.

Con grandes actores como José Coronado, la película emula el fin de una generación entera afectada por un síndrome que les provoca pánico a salir a la calle. Y, sus hijos, la nueva generación, que al ser de una nueva era, ya no sufren el síndrome y tienen que empezar el mundo desde cero, desde la nada.

Podemos hacer una metáfora con la película y aplicarlo a la vida real, donde quizá la generación avanzada, ya no está para "rollos" para sacarnos de la crisis. Y, debemos ser nosotros, la generación de los jóvenes, quien emprenda y consiga tirar adelante el país. Esta es mi reflexión y creo que no viene de más pensar en ella.

Respecto al cine en España en la actualidad, mi teoría es la siguiente: En el pasado,  el cine español quizá si que era más mediocre, más "cutre" o dicho de otra forma, no estaba al nivel del cine americano, pero esto era simplemente por un motivo, nosotros no invertíamos ni una décima parte de lo que los americanos invertían en las producciones.

Afortunadamente, esto ahora ya no es así. No es que ahora invirtamos más, sino posiblemente mucho menos debido a la que esta cayendo, pero la tecnología, los ordenadores y por fin los buenos técnicos de cine, ya son una realidad en el mundo del cine peninsular. Es un ejemplo, producciones como esta o "Lo imposible", donde se muestra claramente el complejo trabajo que hay detrás. Un trabajo, que es fruto de estos dos elementos, la tecnología y la buena enseñanza en las escuelas de cine como es el ESCAC o muchas otras que ya ahora, juegan un papel importante en los rankings mundiales.

Por fin, podemos levantar la mano en Hollywood sin ser rechazados, por fin, ya somos alguien.

Así, creo que, la mejor manera de terminar el escrito es tal como he empezado, con aplausos al cine español, con aplausos al país, porque como siempre digo (aunque hace poco que he estrenado este blog), nos pueden hablar de crisis, de corrupción o de millones de cosas que nos hagan ponernos tristes, pero aún somos muy GRANDES.